El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Para los niños, fue un juguete.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!.
Buen día .. Nos seguimos viendo !!
Bella reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
hola Balovega,
ResponderEliminarno sabía que tenías dos blogs! Aqui estoy pues!jeje
Una piedra así la vi en las cercanías de Salamanca, está colocada asi en una puntita y no se cae. Grandioso fenómeno!
un abrazo^^
Ah!!!
ResponderEliminarQue bueno, el hombre puede hacer tantas cosas discìmiles.
Besos
Felicidades por la sabiduria que hoy has compartido con todos nosotros:
ResponderEliminar"En todos estos casos, la diferencia no estuvo en la piedra ¡sino en el hombre!."
Un abrazo con todo mi cariño
Siempre el hombre, cuando dejará de hacer burradas. Muy buena reflexión mi ángel. Dormí tanto hoy q no se como voy a cerrar el ojo ahora. Besotes amorosos, para Yoel y para ti. Muacks.
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